miércoles, 15 de septiembre de 2010

Correo Dr. Emilio Mena Castro ¿Paciente o Cliente?

Santo Domingo 14/09/10

Distinguido
Dr. Emilio Mena Castro

Asunto: ¿Paciente o Cliente)

Agradecer un profesional de la medicina de su categoría, valores morales y éticos, prestara atención a un tema, que su debate resulta ríspido tal como usted señala, lo que comparto, pero al mismo tiempo considero que más temprano que tarde deberá ser debatido y parecería que el Internet es un medio apropiado para debate de esta naturaleza.
Usted señala que “El concepto cliente, en área de la salud, siempre me ha parecido un tanto, poner por delante lo mercurial y no lo humano” este concepto en cuanto a lo mercurial y no lo humano fue de los elementos fundamentales tomado en consideración por el legislador en el proceso de construcción del marco legal vigente del sector salud, leyes 42-01 y 87-01, al recocer que si en verdad “la salud no tiene precio, pero sí, tiene un costo que alguien deberá financiar” aún más, incluyó por ley, que todas las personas tienen DERECHO a la salud que es a la vez, un medio para el logro del bienestar común y un fin como elementos sustantivo para el desarrollo humano.
Para lo que diseñó tres (3) Regímenes de financiamiento en los que se comprende el 100% la población total del país, especificando quién y cómo se financia los beneficiarios de cada uno de los Regímenes, con atención en salud prepagada, donde las personas no tendrán que negociar directamente con el profesional sus honorarios o los costos de los servicios de salud en su conjunto, solo bastaría ponerse en contacto con el sistema y la persona tendría solucionado su problema de salud, estos son:
Régimen Contributivo, que comprende a los trabajadores asalariados públicos y privados y los empleadores, financiado por los empleadores y los trabajadores, incluyendo el Estado como empleador, con acceso al 100% de la cartera de servicios contemplada en el PBS, asume el 100% del costo de la hospitalización y en cuanto a la atención ambulatoria la persona asume el 30% del costo de los medicamentos, ¿Se están respetando estos DERECHOS? ¿Se hace cobro adicional cuando las personas se enferman? ¿En ocasiones se niegan determinados servicios? ¿El enfermo solo aporta el 30% de los medicamentos? ¿Se corresponde la calidad de los servicios con lo esperado?
Parecería que si se hiciera una investigación científica entre los beneficiarios de este Régimen de financiamiento, entre los resultados pudieran obtener que este tramo de población no se le han respetado sus DERECHOS más bien han sido considerados como paciente, de igual manera que los beneficiarios no han asumido la posición de cliente de reclamar servicios por el cual ya han pagado.
Régimen Subsidiado, contempla aproximadamente el 50% de la población total del país, financiado por el Estado y a través del SENASA, ARS pública creada por ley para asumir y administrar el riesgo de la provisión del PBS a través de la RED PÚBLICA DE SALUD, descentralizada, con personería jurídica, con patrimonio propio, gestionada por Consejo de Administración de Redes, con recursos asignados por capitación y de acuerdo al costo del PBS (subsidio de la demanda), de ahí que este tramo de población tiene DERECHO a servicios de salud con oportunidad, calidad, satisfacción y calidez, aunque fuese una madre que trae su niño del Sur profundo, en atención de que la atención de ella y toda su familia ha sido prepagada por el Estado, en cambio este proceso aún no se ha iniciado ya que SENASA ha asumido las funciones de una Iguala Médica y no las funciones que la ley le ha asignado y la población en su conjunto ha actuado como paciente ya que no ha sido capaz de reclamar y demandar un DERECHO consignado por ley, ¿Cuántas personas, especialmente niños, no mueren todos los días porque este DERECHO no ha sido respetado por el gobierno?.
Los medios de comunicación con frecuencia informan de enfermos que van rebotando de hospitales en hospitales, sin que nadie asuma la responsabilidad de su atención, SON PACIENTES para los cuales los servicios de salud son una DADIVA a y no DERECHO que supuestamente ha sido prepagado por el Estado, ¿Cuántas personas no tienen que pagar desde cuota de recuperación, medicamentos, materiales quirúrgicos, otros en los hospitales? ¿Cuántas personas son retenidas en clínica privadas por no poder pagar los servicios prestados? ¿Cuántas personas no acuden a los medios de comunicación para poder financiar los servicios de una enfermedad determinada? ¿Reciben los hospitales los recursos por capitación tal como lo establece la ley? ¿Continúan los hospitales recibiendo presupuesto histórico?
En atención de no hacer muy extenso este correo, aún no toco el tema de los beneficiarios del Régimen Contributivo Subsidiado y cientos de ejemplos de calidad de atención en los servicios de salud y en gran medida la resistencia al cambio de las autoridades de salud del PLD de implementar la reforma de salud, negando un DERECHO consignado por ley.
Por otra parte si usted lo considera compartiría este debate con miles de personas con los cuales comparto estos correos.

Saludos. Daniel Guzmán
12/09/2010
Mostrar Eusebio GarridoDaniel hola, no me convence el artículo. Para Daniel Guzmán
12/09/2010
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Ver detallesEn mi opinión, el concepto paciente también ha experimentado una evolución con el devenir de los tiempos. Es cierto que en lo que se ha dado en llamar la Relación Médico-Paciente, existe un componentePara 'Daniel Guzman'
De: Emilio Mena Castro (emilio.mena@codetel.net.do)
Enviado: domingo, 12 de septiembre de 2010 07:14:15 p.m.
Para: 'Daniel Guzman' (daniel3793@hotmail.com)


En mi opinión, el concepto paciente también ha experimentado una evolución con el devenir de los tiempos. Es cierto que en lo que se ha dado en llamar la Relación Médico-Paciente, existe un componente que reivindica los honorarios profesionales, que sería la parte comercial, sin embargo, en esa Relación Asistencial, que es como mejor se acepta en la actualidad, existe el componente humano. Este componente es el más relevante. Depende mucho, en el caso del médico, de la calidad humana de ese profesional y su concepción sobre la vida, sobre todo su valoración e identificación con valores supremos de la especie humana, como son solidaridad y compromiso social. El concepto cliente, en el área de la salud, siempre me ha parecido un tanto, poner delante lo mercurial y no lo humano. Es cierto, la atención médica es una acción en la que se ofrece un servicio, pero un servicio distinto, muy distinto, a cuando se procura la instalación de un teléfono, o se compran objetos en el supermercado, o se acude a un restaurante. En todos esos servicios, el cliente es el objetivo supremo. En la relación asistencial, el paciente es el centro de la acción, el objetivo supremo es devolverle la salud. Lo diferente es que durante el tiempo en que esa relación se mantiene, se generan afectos que tocan fibras íntimas, sentimientos, en el paciente, en los familiares, de lo que es imposible que el profesional de la salud pueda hacer abstracción.
Aunque esa sea la tendencia que marca el mercado, para mí será difícil hablar con mis alumnos de clientes, prefiero hablar de mis pacientes, para ponerle en perspectiva a los estudiantes que la actividad del profesional de la medicina es realmente distinta a la de otras profesiones liberales. La meta no debe ser el dinero. Debemos producir y vivir de nuestro trabajo, pero sin olvidarnos del compromiso que representa tener la capacidad para devolverle la salud a las personas, que no son meros objetos, sino seres dotados de almas, con sentimientos, que sufren la tragedia de perder lo más preciado del ser humano, la salud.
Los tiempos cambian y es posible que a futuro podamos estar llamándole cliente, sin el menor sonrojo, a una infeliz madre del lejano sur profundo, que se presente a uno de los servicios de salud de nuestro hospital a buscar solución al problema de salud de uno de sus pequeños hijos.
Estas son mis reflexiones sobre una cuestión que cada día es objeto de los debates más ríspidos. Le agradezco el haberme enviado esta nota y la oportunidad de hacer alguna valoración sobre la misma.
Atentamente.
Emilio Mena Castro.

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